sábado, 8 de diciembre de 2007

Sociópatas de Honor: Gonzalo


Hola: me llamo Gonzalo, tengo 18 años, soy de Salamanca y quiero ser vuestro delegado...

Todo comenzó de esta manera allá por el mes de septiembre de 2003, Gonzalo era aun un polluelo que no había abandonado el nido, ni siquiera había roto del todo su cascarón pero se encontró con nosotros, enseguida nos dimos cuenta que teníamos enfrente a un diamante en bruto y decidimos pulirlo con mimo, hoy, 4 años después podemos lucir con orgullo nuestra joya sociológica, el mejor delegado que haya podido pasar por las aulas del FES, el portero más solvente del Trofeo Rector y el amigo que cualquier sociópata quisiera tener.
Las mujeres: esa asignatura pendiente de Gonzalo, esos seres que jamás comprenderemos que tanto necesitamos, a nuestro protagonista le costó arrancarse con el género femenino, pero ahora ya está desatado, con novia formal y verbo fluído para con ellas.
Gonzalo es quizá el sociópata más ocupado del mundo, tiene la agenda más apretada que la reina de Inglaterra, pero siempre saca un rato para tomarse unos hariways con los colegas.

No podemos pasar por alto y agradecerle a Gonzalo sus préstamos de apuntes, de trabajos, de ayudas con las asignaturas que se nos atragantaban, las milagrosas salvaciones en los partidos del Rector, las noches locas de los jueves y un largo etcétera de cosas que gracias a él nos han facilitado la vida en Salamanca.
Ahora se ha embarcado en una nueva aventura, la Comunicación Audiovisual. Esperemos que le vaya muy bien y que pronto domine la cámara como lo hace con la retórica en sus incomparables trabajos sociológicos que se asemeján más a una obra de Quevedo que a un artículo de Giddens.

Todos estos méritos hacen que Gonzalo sea oficialmente nombrado Presidente de los Sociópatas de Honor. Tú guias nuestros pasos, Gonzalo. Seguiremos tu estela y honraremos la Sociología como tu mismo haces. Gracias Gonza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por fin soy sociópata...Tras suplicarlo por activa y por pasiva, de día y de noche, sobrio y ebrio me habeis otorgado este galardon. Gracias de verdad.
Pero sería absurdo daros las gracias sólo por esta mención.
Os debo mucho más a todos vosotros.

Gracias por soportarme en clase.

Gracias por comprender (y aguantar) mis neuras.

Gracias por ayudarme a comprender un poco mejor la otra "sociología", la de los bares y la vida, esa que no se aprende con el Gidens y el Macionis.

Gracias por considerarme un portero solvente, cuando todos sabemos que eso no es cierto.

Gracias por haberme considerado siempre un amigo aunque a veces me borrara de mañanas de cafetería o de noches sociópatas por ir a entrenar o por ir a clase.

En definitiva, que sois los más grandes y que haberos dedicado estas menciones cómo sociópatas de honor ha sido un intento de devolveros una milésima parte de lo que vosotros me habeis dado a mí.

Bravo, sociópatas.

Gonza