Ya se va cerrando poco a poco esta sección, pero aún quedan importantes ausencias que serán solventadas. A continuación hablaré de la otra mitad del Sección Abulense que faltaba; es decir, Elena.¿Que puedo decir de Elena? Basta con decir que cada vez que se oye la canción de "Mira una moderna" de Putilátex todos pensamos en ella.
Pero ella no es una "moderna de mierda" cómo dice la canción, al contrario, es todo un sol de muchacha, y pese a que es de las sociópatas más veteranas puedo afirmar que aún le queda rato para sentar la cabeza, es joven de espíritu (jeje) y no es necesario insistirla mucho para sacarla de fiesta a mover el esqueleto.
Esta gran monitora es una de las grandes artífices del Comité de Festejos que a tan grandes veladas en La Bibliotheca dio lugar. Por ello, desde aquí la honramos y la nombramos "SOCIÓPATA DE HONOR".
Elena, estamos seguros que allá donde estés honrarás a este galardón prodigando la filosofía sociópata que tanto te ha marcado y te marcará en el futuro.
Tras mi parón vacacional en Gandía, con nefastas consecuencias para mi hígado pero gran diversión, retomo esta modesta sección.
Muchos sociópatas han sido ya homenajeados (David, Lara, Aída, Juanfran, María, Marcos...) pero el cupo aún no está cerrado, ni mucho menos, y hoy me centraré en nuestra "panadera" favorita: Eva, "el bombón de Argujillo".
Eva es una mujer con "carácter", amante de las cosas claras (y el chocolate espeso), pero también es amable y dulce cuando la situación lo requiere (basta con recordar su excelente trabajo como relaciones de Camelot). Una advertencia: nuestra querida compañera tiene muy mal despertar (ver "Gira sociópata en Londres" y su amor a dormir tranquila)
Nuestra "rubia", como los/as sociópatas le apodan cariñosamente es todo un terremoto, y en el viaje a Londrés levantó "pasiones" en la Discoteca entre los hijos de la "Gran Bretaña".
Se declara amante de la noche, aunque no se ha prodigado mucho en las fiestas sociópatas. Eva te perdiste muchas noches y muchas historias; por ello, desde aquí le reto a que salga un día de fiesta con todos los sociópatas tal como a mí me prometió.De todas maneras Argujillo está a tiro de piedra de Salamanca, así que ya sabes, nos debes unas cuantas escapaditas. Aunque claro nosotros también podemos escaparnos a Argujillo y ver la hermosa panadería de nuestra rubia más famosa.
En pleno ecuador veraniego le llega el turno de ser nombrada "Sociópata de Honor" a la Srta. Lara Mira García, uno de los grandes descubrimientos de este último curso.
Lara es un caso especial dentro de los Sociópatas. Pese a haber estado cuatro años con nosotros en clase ha sido en este último año cuando hemos tenido la fortuna de conocerla en profundidad.
La verdad es que los tres primeros años de clase con Lara han sido de total desconocimiento e indiferencia mutua ¿los motivos? - no los sé: quizá la timidez, una primera impresión equivocada....es difícil saberlo. Lo cierto es que veíamos a nuestra "teen" preferida desde la lejanía.
Por fortuna esos errores fueron enmendados con creces y pudimos comprobar que bajo esa apariencia de chica "tímida y callada" existe una gran compañera y mejor persona.
Porque Lara es una gran Sociópata, amante de la fiesta como la que más, pero también es reflexiva e inteligente y sigue a rajatabla ese dicho tan infravalorado en nuestros días de "procura que tus palabras sean mejores que el silencio". En un mundo en el que parece que todos tienen algo que decir de cualquier cosa aunque no tengan absolutamente ni idea es de agradecer que haya personas que antes de emitir un juicio procuren escuchar. Y Lara es una de ellas.
En cada fiesta, en Londres, en cada conversación pudimos comprobar que sus
intervenciones siempre eran constructivas y aportaban algo a la conversación
(muchas veces buenos consejos) y, ¡qué coño! que era una tía cojonuda.
Por eso deseamos desde este blog a nuestra Arandina favorita lo mejor allá donde esté. Aunque si alguna vez pasas por Salamanca espero que te acuerdes de tus colegas sociópatas, a los que aún tienes mucho que enseñar.
Tras un pequeño parón por motivos etílico-festivos vuelvo a la carga con la ilustre selección de Sociópatas de Honor.
Hoy es el turno de nuestra cántbra favorita: Aída Cobo Guerra. Esta guapa compañera, natural de Torrelavega, es un pozo de sabiduría y sénsatez. Este año se encargó de forma desinteresada de la realización de las chapas y camisetas para la fiesta de la facultad (de la que guardo recuerdos borrosos debido a la combinación de vino y sol). Además fue una de las grandes impulsoras del Comité de Festejos, con grandes fiestas en La Bibliotheca, donde acudimos asiduamenta; pues, ya se sabe, "el saber no ocupa lugar".Aída es un ejemplo de constancia y trabajo, lleva dos años matriculándose en infinidad de asignaturas y cursos (sólo le falta hacer "Introducción al punto de cruz") y es capaz de sacarlo todo al tiempo que acude a las fiestas "sociópatas".
Y por si fuera poco es una gran compañera y siempre está dispuesta a echarte una mano ya sea en el tema de estudios como intentado aconsenjarte en lo personal.
Sólo se le puede poner un pero a esta gran persona: su capacidad para agobiarse en épocas de exámenes. Pese a ser una gran estudiante a veces peca de falta de confianza. Por eso desde aquí te decimos todos los sociópatas que confíes más en tí misma, pues talento y fuerza de voluntad no te faltan.
Desde este blog queremos desearte lo mejor, especialmente con esas oposiciones que querías sacar y con ese infame examen de Historia de Septiembre, en el que no dudamos de tu triunfo seguro.
Aída, ante Dios y ante la historia serás recordada como una Sociópata de Honor.
Pito, pito, gorgorito ¿donde vas tú tan bonito?....¡Le tocó al gran Juanfran! -No podía faltar en este selecto grupo de los sociópatas de honor nuestro pelirrojo favorito desde el gran Alexi Lalas .
Seamos sinceros, la mayoría de nosotros la primera impresión que tuvimos es que estaba colgado y era un poco huraño. Para el recuerdo queda esa primera clase con Emilia, en la que la profesora pregunta a la clase "¿por qué haceis Sociología? y Juanfran responde un desafiante (y embrutecido) "¿y por qué no?" que deja a cuadros a la profesora y a parte del personal murmurando "¿de dónde se ha escapado este tío?".
Pero eso sólo era una parte del Juanfran, su lado "embrutecido" (similar a los ataques del increíble Hulk); porque si llegas a conocer a Juanfran comprobarás que la primera impresión rara vez acierta.
Juanfran, también llamado JFCA por su amigos, es un fenómeno: un tipo inteligente, gran amigo, honesto y con un gran sentido del humor (llamar "Rata" a su gata así lo atestigua), capaz de reírse de sí mismo (y también de los demás no crean).
Forofo del equipo de Sociología, amante de los canutos, reticente de las ideologías (su aversión al PSOE en sus primeros años era considerable) y sobre todo gran anfitrión: míticas veladas hemos pasado en su piso en compañía del gran artista "Carrón" (buen maestro y mejor persona). Todo eso y mucho más es Juanfran.
Un hombre que ha sufrido cambios a lo largo de la carrera: cambio de piso, de compañeros de piso (Pino. Carrón), nuevos colegas (Pino, Marcos...), nuevas
amigas (Tania en sus inicios, el resto de sociópatas este último año), etc...
Por supuesto que esos cambios le han marcado y han afectado a su forma de ser (más extrovertido y confiado que antes) y pese a todos esos acontecimientos, siempre ha permitido que David y yo siguiéramos a su lado.
Desde aquí te damos las gracias por nuestra amistad joven Cano Loro.
Este año ha sido el más intenso para él y por eso ha pisado menos la facultad, pero creo que su 2º Cuatrimestre quedará grabado en su memoria: la aglomeración de fiestas en pisos y cenas fue excepcional, así como las aventuras erótico-festivas acaecidas.
Por todo esto, y mucho más, te nombramos, Juanfran, SOCIÓPATA DE HONOR ¡con honores de "codelegado".
Estimados compatriotas, hoy toca hablar de un gran sociólogo, y mejor compañero, con el que muchos de nosotros estamos en deuda: el gran Javi.
Javi es uno de esos compañeros que pese a procurar pasar lo más desapercibido posible en clase (es un gran tímido) es conocido y apreciado por todos sin distinción. Su buena disposición a ayudar en la medida de lo posible a sus compañeros es digna de mención: siempre estaba accesible a responderte cualquier duda sobre como hacer un trabajo o sobre como será el examen, y sobre todo siempre estaba dispuesto a dejarte los apuntes.
Muchos sociólogos y muchos sociólogas le debemos a él tener unos apuntes decentes para sacar una asignatura, ya que era un trabajador stajanovista y pese a catarros o al mal tiempo jamás faltaba a clase.
En una época en la que un porcentaje alarmante del estudiantado (especialmente en carreras como la nuestra) se dedica a sestear (he llegado a oír frases como "puff, es que las clases a las 11 son muy pronto") es elogiable mantener esa fuerza de voluntad en un ambiente en el que una buena parte de los alumnos (y algún profesor) hacen verdadera apología de la apatía y la desidia compitiendo a ver quién se exige menos a sí mismo.
Esta sección es para honrar a los grandes sociólogos, pero no por ello puedo obviar ciertas disfunciones. Javi prestó sus apuntes a todo el mundo sin distinción, independientemente de si eran buenos amigos y compañeros o no lo eran. Y creo que hubo gente que se aprovechó de esta situación, gente que no pisaba la clase y que ni se molestaba en saludarle acudían raudos y veloces en Diciembre y Mayo a reclamar sus apuntes. Pero bueno Javi, "lo que a ellos les denigra a ti te engrandece como persona".
Yo personalmente me identifico con su actitud, quizá no he llegado al nivel de asistencia que he llegado a tener (a alguna fiesta sí que me apuntaba); pero creo que soy un afortunado por poder acudir a clase, y sinceramente creo que aunque ha habido clases infumables también ha habido clases para enmarcar que me han formado como persona, y sinceramente, creo que ir a clase en el 95% de los casos (con un nivel de confianza del 95%) supera a quedarse durmiendo en la cama.
Aunque nos hubiera gustado a muchos compañeros y compañeras que acudieras a la cena de Graduación o a las fiestas de la facultad (pese a los intentos de tus colegas Víctor, David, Sergio, Isidro, Fernando y cía), sabemos que nunca ha sido de tu agrado ese "mundillo" de la noche y por eso te disculpamos que no cumplas uno de los principios "sociópatas" (amor a la marcha) ya que tus virtudes lo compensan con creces.
Javi, nunca lo olvides, ¡eres un SOCIÓPATA DE HONOR!
Sí, María, llega tu turno, porque como alguien muy sabio dijo "lo bueno se hace esperar", jeje. No, es broma, no existe ningún tipo de orden establecido para analizar a mis queridos/as colegas sociópatas y espero dar cabida a todos y a todas en este blog, el verano es muy largo compadres.A lo que iba, Maria es un ejemplo de que en Ávila, pese a los estragos de la alcaldía de Angel Acebes, todavía hay esperanza. María es sensata, comprometida, trabajadora y por si fuera poco le encanta la fiesta y la marcha. En definitiva, una gran socióloga y trabajadora social.
María es la "veterana" del grupo y en ocasiones no puede evitar mostrar un cierto cariño maternal a los sociópatas más imberbes (entre los que me incluyo) intentando aportar su experiencia y aconsejándonos. Pero al mismo tiempo es una amante del desfase como demostró en Londres, destacando su amistad con Peter "el beato" y con unos escoceses que estaban más colgados que los de Trainspotting o su famoso coplilla de la cena de Graduación "Ozú, que alegría,¡con CHEMO a comisaría!.
Por que María es, por encima de todo, una chica sin acritud.
Es una gran compañera, y mejor persona, y por eso desde este blog quiero desearle en mi nombre y en el de todos los sociópatas lo mejor allá donde esté esta excelente monitora. Vayas donde vayas recuerda que eres una "Sociópata de honor".
PD: Que sepas que espero cumplir algun día mi promesa e ir contigo a Spinning y a Step, jeje.
¡Hola amigos sociópatas!, ya estamos aquí para continuar con la saga "Sociópatas de Honor", y hoy analizaremos y honraremos a uno de los más grandes Sociópatas de la historia de la Sociología.
David es uno de los claros ejemplos de la nobleza "castellana" (aunque esté más cerca de Plasencia que de Salamanca): amante de la fiesta, sencillo, campechano y bastante tajante a la hora de abordar las conversaciones.... En definitiva, al igual que Sara me tachó de "Delegado" (y el tiempo le dio la razón), David fue tachado de "charrito" y en cierta medida acertó. Pero no le confundais con uno de esos techno-charros que pululan por nuestra bella ciudad con una scooter y con una "Choni" sentada detrás. David es un "charrito" en el sentido afectivo de la palabra.
David es un forofo del Atlético de Madrid, y eso, curte el carácter: tiene más moral que el Alcoyano. De las muchas cosas que he aprendido de él (aunque muchas veces yo no lo haya aplicado) es que no hay que rendirse antes de tiempo. El "no" ya lo tienes.
Y esa mentalidad la aplica tanto en el fútbol (donde tiene que enfrentarse muchas veces a gente que le saca 20 kilos y unos cuantos centímetros) como en clase, discrepando ante las barbaridades políticas y topicazos de alguna compañera. Y por supuesto de fiesta también es así, no se amedrenta ante nada ni nadie. El ambiente hostil (por las hostias digo) de la noche Bejaraui le ha curtido.
Y no podía olvidarme del gran ídolo de David: EL FARY (q.p.d). Sus coplillas (carabirubí, torito, apatrullando...) y su afán de superación han sido su fuente de inspiración. Basta con recordar su glorioso discurso de Graduación (para enviar a Génova y a Ferraz) para comprobar que la filosofía del Fary está presente en su ideario.
Por último, quiero dar las gracias a David en mi nombre y en el de toda la comunidad Sociópata por haber sido el gran impulsor de la gira Sociópata a Londres (un día se hará un libro sobre ella), uno de los creadores de este blog y por "engañarme" para salir en nuestras aventuras "erótico-festivas".
Bravo David.
Pd: Por favor, dejad algún comentario, es para asegurarme de que esto lo lee alguien más que David. Gracias
Hoy le ha tocado el turno a nuestra querida compañera Sara, una de las pocas "charritas" de esta nuestra clase.
Empecemos con una curiosa a la par que estremecedora anécdota:
Conocí a Sara (vamos que hablé con ella por primera) un jueves de hace un par de años. Estaba con David en una de nuestras escapadas erótico-festivas cuando decidimos hacer una incursión en La Imprenta...
Fue allí cuando una chica con el pelo teñido de rojo (acompañada de una amiga que ahora no recuerdo) me espetó: ¡a ti te conozco! ¡tú eres ese de la clase que tiene pinta de ser el típico delegado!. Inmediatamente la mandé a la mierda, aunque la verdad es que no equivocó en su pronóstico; pese a ese mal comienzo estuvimos un buen rato charlando al tiempo que el Calimocho y el humo "dulzón" de La Imprenta hacía efecto en nuestro sistema locomotor, y la verdad es que me acabó cayendo bien.
Y así es como la conocí, quién me iba a decir que esa chica que me pegó un buen "palito" (como bien sabe David) acabaría siendo una de mis mejores amigas de la facultad. Sara es un poco gótica, con todo lo que eso conlleva de peculiar para un chico que se pasó toda su vida pululando por los Salesianos, y aunque es un poco locuela es un sol de niña y como es un poco gambitera (que no para por casa) es una gran sociópata.
Además es junto conmigo la única salmantina del "núcleo sociópata" y ya por ello se merece mi respeto.
Por ello, este artículo va por ti, querida Sara.
Hoy es el turno de nuestra querida compañera Natasha Legarda, nuestra entrañable "guiri española": hablaba Español pero pensaba en Inglés, lo cual a veces le confundía. Y además tiene varios records nacionales de Natación en Filipinas y ahora es la socorrista ocasional de las piscinas de La Rad.
Pero sería ridículo recordar a Natasha por su peculiar acento y por ser una gran nadadora. Nathasa es más que una "guiri", es "NUESTRA GUIRI". Y tenemos que ponerlo en mayúsculas bien grandes ya que es todo un pozo de sabiduría que nos ha ayudado a crecer y madurar.
Míticas han sido nuestras conversaciones en la Cafetería de Derecho en las que nos daba un auténtico recital de Sociología de las Relaciones de Género (¡Emilia aprende!) y nos hacía entender un poco mejor el maravilloso pero a la vez arduo mundo de las mujeres. Al famoso trío calavera (David, Juanfran y yo) nos ayudó al salir del cascarón y esa es una labor muy meritoria.
Y por si fuera poco, es una gran persona, y mejor compañera. Casi 4 años después, aún me sigue pidiendo apuntes con la timidez y educación del primer día, aún a sabiendas de que yo lo hago encantado y que no hay ningún problema.
Y por todo esto, y mucho más, mereces ser reconocida como "Sociópata de Honor".
Estos últimos dos años de Licenciatura nos hemos visto menos de lo que nos gustaría (coincidíamos pocas veces), pero queremos decirte desde aquí que aunque vuelvas a Filipinas o estés donde estés no te olvidamos Srta. Legarda.
¡Claro que sí!, nuestro ilustre Decano no podía faltar en esta sección. Pedro es uno de los grandes maestros de la Sociología. Sus clases de Análisis Demográfico, donde despacha de manera cordial y cercana a clásicos como Malthus o el temido Gary Becker, no pueden quedar sin mención.
Pero Iriso es más que un buen profesor, es un fanático de la Cerveza Mahou, reniega de Riviere por su afición a tomar tónica sin ginebra (tremendo sacrilegio), para los pies a los alumnos que iban de "sobrados" ; y por si fuera poco, siempre accede gustosamente a financiarnos las camisetas de la facultad (el equipo de Sociología está en deuda contigo).
En la cena de graduacíón Iriso demostró que sigue igual de joven que en la foto de la orla (el Carbono 14 dice que podría ser de mediados de los 80) y se tomó unos copazos con todos nosotros.
Fue ahí donde te ganaste todo nuestro respeto y decidimos nombrarte "SOCIÓPATA DE HONOR".
Marcos es uno de los sociópatas más auténticos. Sus rastas son toda una
declaración de intenciones.Porque Marcos, pese a sus pintas de "urbanita", guarda en su interior la sabiduria inherente a todo buen castellano. Criado en La Gamonal (un popular barrio de Burgos) podemos considerar a Marcos nuestro Melendi "castellano".
Un hombre que combina en su forma de ver la vida el pragmatismo castellano (¡es una cosa buenísima!) con el humor más fresco propio de aquella personas que "viven más de noche que de día". Además es otro de los puntales del equipo Sociológico, no en vano ha jugado en el mítico Peña Antonio José burgalés.
Al igual que nuestro "compadre" Chemari el orden no es una de sus virtudes. Pero a nadie le importa, con su desparpajo y su pachorra sale ileso de cualquier entuerto que se le ponga por delante.
Sus borracheraras con su casimeta negra del Athletic (en honor a los 25 años de la retirada del "Txopo" Iríbar) ya forman parte del imaginario colectivo de la promoción de Sociología del 2003.
Marcos, ¡no nos falles! y no cambies nunca....
Inauguro esta sección, en la que haré un repaso sociológico de los grandes sociópatas, con uno de los grandes mitos de esta facultad: Don José María Plaza GrandeJosé María, "Chemari" para los colegas y "Plaza" en el mundo del balompié, es todo un veterano de la facultad. Camino de su 6º año en la Licenciatura es un hombre querido por sus compañeros: no sólo es un pulmón jugando al fútbol también es también un auténtico "cacho de pan".Por que Chemari es un auténtico desastre (siempre le pasa algo) y un gran despistado, pero es imposible enfadarse con él.
Su cara de "niño grande" nos lo impide. Además a quién le puede caer mal un mirobrigense de pura cepa como Chema.Incluso yo le soporto pese a que me haya cascado nueve goles en plenos carnavales con el Ciudad Rodrigo....
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Foto: Víctor y María, dos ejemplos de la fusión de fiesta y Sociología...
Foto: El Comando brilló por su ausencia
Foto: Aída, al igual que Roldán, ¡déjate ver!
Foto: ¡Ya tenemos camisetas! (de venta en establecimientos autorizados).
El lema es sencillo: consume, consume, consume; y cuando te reviente la cabeza y mueras debido a este odioso frenesí "navideño", no nos salpiques, deja tu herencia para que otros consuman por tí.
Espero que nos os dejéis llevar por la publicidad y, aunque paséis buenas fiestas (que es menester), no os pongaís a comprar porque sí; sólo porque lo diga la tele (que ya sois mayorcitos para creer en las noticias de Antena 3).
Os aporto algo interesante, espero: (leedlo, no seaís vagos)
"De unas vacaciones a las siguientes hay una eternidad, así que nos hemos buscado distintas cosas que celebrar. El día de la Comunidad, el santo patrón de nuestra ciudad, nuestro cumpleaños, la Navidad o el Día del Trabajo. Son pequeños homenajes a nosotros mismos que solemos celebrar con los demás. Es saludable y civilizado; por una parte rompemos la rutina y, por otra, compartimos nuestra alegría con otras personas. Pero hay muchas formas de celebrar y de compartir, unas más personales y otras más materiales. A veces no recordamos que lo más importante de las fiestas es compartir y no mostrar lo mucho que tenemos o que podemos comprar.
Parece que nos alegramos más del cumpleaños de un amigo o de un hijo si se prepara mucha comida y mucha bebida. Además, esa comida y esa bebida suelen servirse en vasos y platos, y con cubiertos, manteles y servilletas desechables, casi siempre de colores y con dibujos. Es decir un montón de papel y de plástico que sólo se utilizará una vez y con ellos irán a cualquier vertedero un montón de materias primas derrochadas, tintas y otras sustancias contaminantes y una buena dosis de energía utilizada en la fabricación de estos elementos. La Navidad es, sin duda, el momento del año en que somos, casi por encima de todo, consumidores.
Un paseo por el centro de cualquier ciudad en el que nos situemos como si fuéramos una estatua observando los movimientos y escuchando las conversaciones de la gente es un buen ejercicio para comprobarlo. Quizás ya no lo recordemos pero la Navidad es una fiesta religiosa en la que los creyentes celebran el nacimiento de un niño en el lugar más pobre y de la manera más humilde que se pueda imaginar. Para los no creyentes la Navidad no es más que unos días festivos en los que no hay que ir a trabajar.
Pero a todos, sin pedirnos permiso, todos los años, durante más de un mes, la Navidad no sólo nos espera en la calle sino que, además se nos mete en casa. Bueno, en realidad no es la Navidad lo que nos persigue sino el consumo navideño que es otra cosa y que poco tiene que ver con el humilde portal de Belén. ¿Cómo puede ser que el besugo valga un día x y a la semana siguiente suba al doble?, ¿es normal que todos queramos comer langostinos el mismo día?, ¿cómo es que a todos nos hacen falta un jersey y un abrigo nuevos al mismo tiempo?
Los ayuntamientos que durante todo el año se quejan de tener poco dinero no parece que calculen lo que les va a costar llenar la ciudad de bombillas y cómo será la factura de la luz que pagarán con nuestro dinero. Mientras, las calles se llenan de músicas celestiales y los escaparates de colores que atraerán nuestras miradas hacia cosas que muchas veces no necesitamos. Una de las que no necesitamos pero siempre nos gusta es el turrón; de yema, de Jijona, de Alicante, guirlache o mazapán; pero ahora también de chocolate, de coco, con brandy y nuevas variedades que aparecen cada año; de la misma manera que cada año, las pastillas son un poco más pequeñas y la caja un poco más grande. Todas las cajas son un poco más grandes en Navidad, todo lleva una capa más de celofán y hasta al salchichón se le puede poner un lazo de colores. Parece que cuánto más pequeño es el regalo más grande es el envase y más embalaje hay que ponerle.
Los niños son el principal objetivo de la publicidad y el marketing navideño. Muchos padres pagarían porque se estropeara la tele a la hora de los anuncios que rodean a los programas infantiles de la tele porque saben que durante la Navidad la palabra más oída en la casa será “¿me comprarás...?”. Por si fuera poco, cada vez dura más la Navidad; empieza cuando todavía falta más de un mes y las tiendas permanecen abiertas mientras quede una sola persona por la calle buscando el videojuego que anuncian en televisión. Además aparecen celebraciones y costumbres que no sabemos de dónde han salido. Para muchos no había más noche mágica que la del 5 de enero pero los padres de hoy ven aparecer a Papá Noël o Santa Claus en un trineo tirado por renos y a los pocos días no les queda más remedio que poner comida para los camellos de los reyes magos. ¡Cualquiera les explica a los niños que por donde pasa un reno no puede pasar un camello!
Lo último en llegarnos, para alegría de las tiendas de lencería, es la costumbre de llevar ropa interior de color rojo en nochevieja, pensando que si no compramos alguna pieza de este color nos esperan 365 días de desgracias. Ya no nos acordamos que la pasada nochevieja también lo hicimos y durante el año ha habido de todo: días felices y otros menos. Debe ser cosa del mercado único y el mundo global pero si a un español le coge la Nochevieja en Egipto e insiste en comer 12 uvas, más de un egipcio va a pensar que estamos locos, a pesar de que también ellos hayan empezado a poner espumillón y bolas brillantes por las calles.
Se supone que en Navidad se trata de celebrar la humildad, la paz y la fraternidad, pero ni nos acordamos de los humildes, ni pensamos en todos los lugares donde hay guerra ni nos sentimos de aquellos que jamás recibirán una cesta llena de botellas y turrones. De repente todos somos más ricos de lo que éramos y empieza la gran fiesta del consumo. No nos importa derrochar, ya no pensamos en los envases ni en el ahorro energético y no nos acordamos de quel vertedero que no queremos pero que llenamos de residuos, entre otras cosas, con el árbol, el muérdago y el acebo que tan tranquilos estaban en sus bosques hasta que a nosotros nos ha dado por llenarnos de símbolos de paz en vez de paz de verdad" (Fuente: Extracto del libro "Consumo sostenible" de Pilar Comín y Bet Font. Editorial Icaria / Milenrama).
Al final, ocurra lo que ocurra y hagamos lo que hagamos, estamos de vacaciones y no hay que ir a la facultad.
Feliz navidad a todos/as.
Foto: jugadores del mítico equipo de Fútbol de CCSS
Foto: Silvia y Diana, dos de las instigadoras de la "guerra del mendrugo"
Foto: La Triple Entente Sociológica (Isidro, Víctor y David). Fotógrafos y grabadores oficiales de la cena.
